Visita al Centro Botín
El pasado martes 3 de octubre tuve la suerte de visitar el Centro Botín, en Santander.
El Centro Botín se encuentra en pleno paseo marítimo de la bahía en la capital cántabra. Se trata de un edificio proyectado por Renzo Piano, arquitecto ganador de un premio Pritzker. Es su obra más reciente, siendo inaugurada en junio de este año, después de 4 años de construcción.
En este post, más que de la historia del edificio quiero hablar de las sensaciones que me ha transmitido. Por un lado, destacar que el día que lo visité era un día nublado y de lluvia, por lo que el ambiente y el cielo eran grises.
El autobús nos dejó a unos doscientos metros del centro en sí, y ya desde allí, a pesar del follaje de los árboles de alrededor, el edificio impresiona. Lo primero que vi fue uno de los dos volúmenes principales de los que se compone. La vista es espectacular porque los materiales y colores escogidos sintetizan a la perfección con el ambiente. Tanto con el color del mar, como con el del cielo, teniendo en cuenta, por supuesto, que Santander es una ciudad en la que el sol brilla por su ausencia. A medida que te vas acercando se va percibiendo mucho mejor todo y te encuentras con una gran pantalla de 12 metros de larga en la que se puede ver la publicidad del Centro.
También destaca la plaza de forma semicircular que se utiliza en eventos al aire libre durante el verano.
Lo primero en lo que te fijas es que a pesar de ser un edificio medianamente grande, tiene aspecto de ligereza, producido por la forma en la que esta proyectado. Siendo los pilotes, elementos que separan las pesadas estructuras del suelo y dan la sensación de que el edificio está flotando. En mi opinión, Renzo Piano ha sabido adaptar el edificio al entorno; tomando quizá inspiración de los pilotes de Le Corbusier.
Por otro lado, cuando te acercas puedes observar con detenimiento las piezas cerámicas que recubren parte del edificio, siendo un total de doscientas ochenta mil. Tienen una textura nacarada, al igual que las baldosas de los baños, que cambian de color según la incidencia del sol y que pueden llegar a recordar a las escamas de un pez.

Destacan también las vigas metálicas que están a la vista, en parte gracias a que la mayoría de la estructura es de cristal. Dejando así las estancias más abiertas a la calle y reduciendo el impacto visual.
Por otro lado, al fijarnos en el suelo del parque que lo rodea, podemos observar que es de un color azul grisáceo, combinando en este caso con el color del mar.
En cuanto al interior, sigue la misma línea de adaptación al medio que el exterior. Los colores dentro son neutros, haciéndote así estar a gusto. Gracias a los grandes ventanales de sus salas consigues estar dentro del mar. Además, destacar que todas las salas son multidisciplinares y mediante biombos y paneles de separación se pueden transformar totalmente. Los detalles gráficos son austeros y muy simples, favoreciendo a seguir con el estilo del edificio.
En conclusión, el Centro Botín es un edificio que tendría que ser visita obligada a todo el mundo, ya no por su arquitectura, que es fantástica, sino por lo que unx siente al verlo y recorrerlo. Renzo Piano tiene que estar orgulloso de este edificio y sobretodo de haberlo integrado de tan buena forma con el entorno.
Publicado por Andrea Mediavilla
El Centro Botín se encuentra en pleno paseo marítimo de la bahía en la capital cántabra. Se trata de un edificio proyectado por Renzo Piano, arquitecto ganador de un premio Pritzker. Es su obra más reciente, siendo inaugurada en junio de este año, después de 4 años de construcción.
En este post, más que de la historia del edificio quiero hablar de las sensaciones que me ha transmitido. Por un lado, destacar que el día que lo visité era un día nublado y de lluvia, por lo que el ambiente y el cielo eran grises.
El autobús nos dejó a unos doscientos metros del centro en sí, y ya desde allí, a pesar del follaje de los árboles de alrededor, el edificio impresiona. Lo primero que vi fue uno de los dos volúmenes principales de los que se compone. La vista es espectacular porque los materiales y colores escogidos sintetizan a la perfección con el ambiente. Tanto con el color del mar, como con el del cielo, teniendo en cuenta, por supuesto, que Santander es una ciudad en la que el sol brilla por su ausencia. A medida que te vas acercando se va percibiendo mucho mejor todo y te encuentras con una gran pantalla de 12 metros de larga en la que se puede ver la publicidad del Centro.
También destaca la plaza de forma semicircular que se utiliza en eventos al aire libre durante el verano.
Lo primero en lo que te fijas es que a pesar de ser un edificio medianamente grande, tiene aspecto de ligereza, producido por la forma en la que esta proyectado. Siendo los pilotes, elementos que separan las pesadas estructuras del suelo y dan la sensación de que el edificio está flotando. En mi opinión, Renzo Piano ha sabido adaptar el edificio al entorno; tomando quizá inspiración de los pilotes de Le Corbusier.
Por otro lado, cuando te acercas puedes observar con detenimiento las piezas cerámicas que recubren parte del edificio, siendo un total de doscientas ochenta mil. Tienen una textura nacarada, al igual que las baldosas de los baños, que cambian de color según la incidencia del sol y que pueden llegar a recordar a las escamas de un pez.

Destacan también las vigas metálicas que están a la vista, en parte gracias a que la mayoría de la estructura es de cristal. Dejando así las estancias más abiertas a la calle y reduciendo el impacto visual.

Por otro lado, al fijarnos en el suelo del parque que lo rodea, podemos observar que es de un color azul grisáceo, combinando en este caso con el color del mar.
En cuanto al interior, sigue la misma línea de adaptación al medio que el exterior. Los colores dentro son neutros, haciéndote así estar a gusto. Gracias a los grandes ventanales de sus salas consigues estar dentro del mar. Además, destacar que todas las salas son multidisciplinares y mediante biombos y paneles de separación se pueden transformar totalmente. Los detalles gráficos son austeros y muy simples, favoreciendo a seguir con el estilo del edificio.
En conclusión, el Centro Botín es un edificio que tendría que ser visita obligada a todo el mundo, ya no por su arquitectura, que es fantástica, sino por lo que unx siente al verlo y recorrerlo. Renzo Piano tiene que estar orgulloso de este edificio y sobretodo de haberlo integrado de tan buena forma con el entorno.
Publicado por Andrea Mediavilla








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